EL APOCALIPSIS NOW

lunes, 3 de diciembre de 2007 en 21:35

Cuanto más condescendiente es la imagen de la sociedad a sí misma, más se intensifica y trasciende el conflicto pasando de la guerra de clases, a la guerra de todos contra todos.

La cultura mediática se ha convertido en una máquina devastadora de la razón y pensamiento, la publicidad y diversión industrializada manipulan y estandarizan las conciencias, reduciendo así la capacidad de usar la razón de forma crítica.

Las industrias culturales están estereotipadas, la televisión embrutece a los individuos y fabrica gente “descerebrada”, la fugacidad de imágenes, y la seducción de los mass media, destructuran el espíritu, el rock es violento, entonces lo superficial pasa a ser la verdad histórica del apocalipsis.

El “éxito” pasa a tener un significado psicológico: la búsqueda de la riqueza no tiene más objeto que excitar la admiración o la envidia. Las relaciones humanas, públicas y privadas se han convertido en relaciones de dominio, relaciones conflictivas basadas en la seducción fría y la intimidación.
El estado de la naturaleza se encuentra al final de la historia: la burocracia, la propagación de las imágenes, las ideologías terapéuticas, el culto al consumo, las transformaciones de la familia, la educación permisiva han engendrado una estructura de la personalidad, el narcisismo, juntamente con unas relaciones humanas cada vez más crueles y conflictivas.


Sólo aparentemente los individuos se vuelven más sociables y más cooperativos; detrás de la pantalla del hedonismo y de la solicitud, cada uno explota cínicamente los sentimientos del otro, y busca su propio interés sin la menor preocupación por las generaciones futuras.

Las redes del amor y del deseo de reconocimiento son las responsables de éste estado de guerra.

Una profunda revolución silenciosa de relación interpersonal es lo que importa ahora acompañado entonces a la voluntad de realizarse aparte e integrarse en círculos cálidos de convivencia. No existe la guerra de sexos, sino el final de éste mundo, y con ella sus oposiciones codificadas.

Las democracias liberadas de la actualidad, adictas al cambio para bien o para mal, plantean una de las paradojas de nuestra sociedad, cuanto más se despliega la seducción, más tienden las conciencias a lo real, cuanto más gana lo efímero, más estables son las democracias.

El apocalipsis desdicha, pero dramatiza el sentido de la falta, y crea emoción y la diluye al mismo tiempo.


Estamos en la época de la eliminación y no de la sujeción, de la sensibilización fluida y no de la intensificación. La cultura de la independencia individualista ha alcanzado la esfera moral: la época de la felicidad ególotra, no es la del “todo está permitido” sino la de una “moral sin obligación ni sanción”.

3 comentarios

  1. Anónimo Says:

    Hallo. Me parece que tienes toda la rozón, parecería que leíste "Un Mundo Feliz" de "Aldous Huxley".
    Me gusta tu escrito de divulgación a manera de periodismo que es tu especialidad; pero en mi caso, y como comentario personal para ti, creo que sería bueno que fueras menos agresiva, no en el sentido de que no digas la verdad, sino que no escribas como si dieras la noticia del milenio, al fin de cuentas la gente lo morirá "feliz" si así lo cree. Jamás habrá alguien lo suficientemente grande como para juzgar todo. Demás que el apocalipsis, contiene algo de futurista y de actual, y ello como en muchas otras ocasiones, está lleno de pesimismo.
    Creo que el mundo es tan feo, al fin de cuentas,puedes escribir y percatar las cosas, no hay redes que uno no pueda romper. No te sientas tan desauciada de este mundo, que al fin y al cabo hemos conocido la felicidad.

  2. Unknown Says:

    Que tal Dagoth, pues por desgracia si la humanidad esta algo banalizada y embrutecida por los medios de comunicación tradicionales, sin embargo yo aun veo pequeños destellos de esperanza en la humanidad

  3. Anónimo Says:

    A pesar de que hiciste una muy impresionante demostración de tus conocimientos en materia de redacción, lo mal fundamentado de tu texto, lo convierte en un simple manifiesto de inconformidad y pesimismo adolescente, me parece muy lindo que te expreses, pues estás en una edad en la que reprimir tus frustraciones puede frenar tu desarrollo, pero ¿No te has puesto a pensar que la mayoría de tus ideas son un simple resultado de la devastadora campaña de desmoralización, de las masas, que se ha encargado de promover el aparato al que tanto criticas?