Una estratagema con la cual se quiere igualar la ciencia y el saber de los antiguos, donde al mismo tiempo se pone en duda el conocimiento matemático y astral del hombre moderno, con el de las tribus indígenas.Capaz de registrar belleza sideral, los mayas eran poseedores de conocimientos astrales tan remotos como las estrellas. Sin bien es cierto, realizaban sacrificios, sin embargo resulta erróneo el aseverar que éstos eran humanos. Los sacrificios que realizaban eran de sangre, disímil a los de vida, para ellos, estos sacrificios eran algo personal. Consistían en picar alguna parte de cuerpo con una aguja, la sangre era secada con un papel para luego ser quemado, de esta manera aseguraban que el alma subiera al treceavo cielo en el humo.
El hombre moderno, indocto y presumido de quiméricos conocimientos, bautizado con el beso de miedo y la inopia, se enfrenta, desafía a los hijos de la naturaleza, ingenuamente pretende atemorizarlos utilizando como arma sus propios conocimientos, acomete burlarse de aquellos incivilizados para conservar su vida y con ello su agudeza y talento.
La luz del día se torna oscura, el esplendor de la luna ha abrigado al sol, y con ello se ha quedado al descubierto ante los ojos de la naturaleza...
El desafío ha concluido, la luz del día deja entre ver a la moderna ignorancia disfrazda teñirse de rojo carmesí, al mismo tiempo que ésta es servida como ofrenda para la tierra sagrada.
Hallo. Ahora si me sorprendiste, veo que este es muy buen escrito, contiene una realidad con palabras sutiles. Dice mucho, y no dice nada, se lee, y puede que no se entienda, aunque se sabe que el mundo ha creído en su crecimiento que aflora en ignorancia.
Hermoso, me gusta.