LA ALFOMBRA ROJA

sábado, 11 de octubre de 2008 en 21:46

Medios e Inseguridad


Hasta hace algunos años, las matanzas entre narcotraficantes eran sólo éso, un ajuste de cuentas entre carteles, un problema del cual el individuo no era víctima, sino espectador en un espacio lejano.

Hoy, no se pueden establecer los bandos de quién defiende, ni de quién amenaza, pues se ha revelado la participación de la policía en varios actos de violencia, no se sabe quién es el enemigo, pero sí sabemos que estamos en la mira; el ciudadano común se ve agredido por dichos acontecimientos de un manera más personal y directa. El crimen es ubicuo.

Estamos llegando a un punto donde impera la ley del más fuerte y donde la sociedad desconfía y teme a sus autoridades, escéptica ante los supuestos " logros" del Gobierno e indiferente al sangriento acontecer que ornamenta día con día las principales páginas de los periódicos, mismo que mantiene el rating de los diversos noticiarios; mostrando detalladamente, todas las disparidades violentas de la perversión humana.

Perversiones que no causan horror, si no indiferencia, pues cada cifra y cada método de tortura detallado de crueldad nos resulta familiar. Los medios se han convertido en vitrinas del horror, mostrando explícitamente un sádico show de la tragedia humana, condicionando a la sociedad a que se le muestre la verdad, habituando a su público a las imágenes y el sensacionalismo cada vez más violento, por el cual compiten. Dicho reflejo, creado para introducir a aquellos que, en el combate a la delincuencia se quieren alzar con una representatividad que no tienen; es decir, la intervención de la política -como "héroes"- a la sociedad.

Personajes que utilizan dichas tragedias (secuestros, asesinatos, bombas, crímenes pasionales y de venganza, atentados, etc.) como slogan de su propaganda política; y se ponen el banderín de “La lucha contra la delincuencia”, el cual lucen en la pasarela alfombrada, teñida de color rojo, de la sangre de las víctimas, a las que utilizan en los diversos discursos del Gobierno (Y se pregunta por qué la ciudadanía ha optado prescindir ése valor fundamental, la democracia).

El papel que deberían jugar los medios de comunicación, respecto al tema de la inseguridad y crimen organizado, es el de una ética en la información, disolver el ambiente de desconfianza y miedo que ha permeado en la sociedad. Y los hago responsables porque han activado los mecanismos de control más férreos para la protección social, porque entre más crímenes se cometan y éstos sean públicos, más miedo tendrá la población, lo cual resultaría benéfico puesto que es un medio de control.

De modo que debería caber la ética en los contenidos que se emiten en los diversos medios de información, es decir, dejar de ser el desagüe para la morbosidad social, lo que se debería presentar es el respeto a la intimidad, la solidaridad; pero sin ocultar la verdad, sino regulando la difusión de la nota roja.


"Todo periódico, de la primera línea a la última, no es más que una trama de horrores. Guerras, crímenes, impudicias, torturas, crímenes de príncipes, crímenes de naciones, crímenes de particulares, una borrachera de atrocidad universal. Y es de este aperitivo repugnante con lo que el hombre civilizado acompaña su comida de cada mañana”.
Charles Baudelaire